La ciencia nos enseña que el contacto humano es primordial para la vida, pero el mal uso de las nuevas tecnologías nos puede alejar de la realidad, desmejorar nuestra salud física y mental, pone en riesgo nuestras relaciones interpersonales, y perdemos nuestro activo más valioso: el tiempo.
Las redes sociales, dispositivos móviles, pantallas en general están diseñadas para engancharnos una y otra vez.. hasta convertirse en una adicción, empieza con pequeñas acciones hasta convertirse en un monstruo que no podemos controlar. Esto lo consiguen a través del proceso neuroquímico del estímulo y la recompensa. No dejemos que las redes sociales tomen las riendas de nuestra vida. Aprendamos a utilizarlas a nuestro favor, a disfrutar del tiempo online y a desconectar cuando sea necesario. Tampoco hay que ser extremista, no hay que cambiar el smartphone por un Nokia 3210. Lo que necesitamos encontrar tu equilibrio entre el uso normal y la vida en el mundo real. Y sí.. ¡Es posible!
La solución es el detox digital. Que consiste en minimizar nuestra actividad online estableciendo nuestras propias reglas, que se adapten y funcionen en nuestra realidad.
En la realidad, el proceso no es tan bonito como se lee. Puedes tener síntomas de abstinencia como una desintoxicación real. Te pondrás de mal humor, sentirás ansiedad, dificultad para dormir.. es un desafío. Pero, es temporal. La oportunidad de reconectar con tu vida y tu tiempo lo valen.
La adicción a las redes sociales está catalogado como un TOC (Trastorno obsesivo compulsivo) Con este tipo de trastornos la persona no realiza la acción de manera obligada, sino que su mente les lleva a hacerlo de cualquier manera. ¿Te suena familiar? Por ejemplo cuando bloqueas y desbloqueas el teléfono sin razón aparente. Sin embargo, muchos especialistas están exigiendo que esta adicción sea agregada al DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales).
Seguramente no seas una persona con adicción pero quizá cumplas con algunos de sus síntomas:
Quieres estar conectado todo el tiempo.
Lo primero que haces en la mañana es mirar tu teléfono.
Te sientes intranquil@ cuando cuando no estás conectado a internet.
Te quedas conectad@ más tiempo del que tenías pensado.
No duermes bien porque no logras desconectar por las noches.
Descuidas tus relaciones interpersonales por estar ausente en el teléfono.
Te cuesta concentrarte al estudiar, leer o conversar porque no puedes dejar de mirar tu teléfono/tablet/PC..
No te sientes satisfecho con las actividades al aire libre, prefieres las actividades virtuales.
Sientes celos, ansiedad o tristeza al mirar lo que hacen los demás.
Al inicio, tendrás resultados muy notables, lo difícil estará en mantenerlo en el tiempo. Es muy probable que recaigas, y es que no tiene nada de malo que uses tus redes sociales, solo recuerda que la vida es mucho más que eso y lo importante es que encuentres un equilibrio.